
La película explica brillantemente… por qué los Institutos Confucio en Canadá y en cualquier otro lugar no tienen prácticamente nada que ver con el Confucio de hace 2.500 años.
~ David Kilgour, nominado al Premio Nobel de la Paz, ex abogado,
Miembro del Parlamento Canadiense
Ponen en práctica todo lo necesario para promocionar las políticas actuales del Partido Comunista de China. Se muestran incompatibles con la libertad de enseñanza; deberían estar prohibidos en toda Canadá y en cualquier nación civilizada. Es una trampa terrible que amenaza los hogares de los occidentales ingenuos.
Felicito a todas las entidades educativas de Toronto y de cualquier otro lugar que hayan dado por terminadas sus relaciones con ellos.
Les deseo un gran éxito a usted y a su equipo con la película.
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